Si piensas en un tiburón, posiblemente lo primero que te venga a la cabeza son imágenes de una bestia enorme y despiadada que se dedica a devorar inocentes bañistas y surfistas desprevenidos.
Antes de volver a meterte en el agua, te recomiendo que sigas leyendo este artículo para entender mejor a qué te enfrentas.
Spoiler: tu idea sobre los tiburones podría cambiar radicalmente en los próximos 5 minutos.Si me baño en el mar, ¿qué probabilidad tengo de que me ataque un tiburón?
Mal que le pese al imaginario popular, la realidad es que la probabilidad es muy, muy baja.
A nivel mundial, el número de personas que mueren debido a ataques de tiburón oscila entre 4 y 15 personas según el año.
Por ejemplo, el año pasado se registraron 11 muertes por ataque de tiburón en todo el mundo.
Por lo tanto, es mucho más probable que mueras por:
- Accidente de tráfico (1,3 millones de muertes anuales)
- En manos de otra persona (475.000 muertes anuales por homicidio)
- Alcanzado por un rayo (2.000 muertes anuales)
- Haciéndote un selfie (379 muertes de 2008 a 2021)
Incluso es más peligroso andar por la playa que meterte en el mar.
¿Te sorprende? Pues resulta que entre 1990 y 2006 murieron 16 personas en Estados Unidos por caerse dentro de un agujero en la arena comparado con 11 muertes por ataques de tiburón en el mismo periodo. Y ten en cuenta que este país encabeza el ránking mundial donde más ataques de tiburón se producen.
¿El tiburón blanco es el animal más peligroso del mundo?
La realidad es mucho menos glamurosa de lo que Hollywood nos pinta.
El año pasado murieron 11 personas en todo el mundo debido a un ataque de tiburón y solo 5 de ellas fueron por ataque de tiburones blancos.
Mientras que más de 700.000 personas perecen anualmente a causa de una picadura de mosquito, coronándose como el animal más letal del mundo por las enfermedades que transmiten, como la malaria, el dengue, la fiebre amarilla o el zika.
Y ¿sabes cuál es el segundo animal más peligroso? Homo sapiens, también conocido como “ser humano”, responsable de la muerte de 475.000 personas cada año.
Después tenemos a las serpientes con unas 100.000 muertes anuales por picaduras de estos animales, los perros con 59.000 muertes y un animal del que probablemente ni habías escuchado hablar: el caracol de agua dulce cuyo número de muertes anuales oscila entre 20.000 y 200.000 según la fuente consultada.
En realidad, no es el caracol en sí, sino un parásito que vive dentro de su caparazón y produce esquistosomiasis.
Así que, lo mires como lo mires, definitivamente los tiburones blancos no son ni de lejos los animales más letales ni peligrosos del mundo.
Si quieres saber más, no te pierdas este artículo con toda la información sobre el gran tiburón blanco: características, curiosidades, alimentación, comportamiento y mucho más.
Humanos vs. tiburones, ¿quién es más temible?
Sin duda, son los tiburones los que deberían huir de nosotros y no al revés.
Y es que cada año matamos alrededor de 100 millones de tiburones. O, lo que es lo mismo, 11.415 tiburones cada hora. Esto significa que cada minuto que pasa hay 190 tiburones menos en el mar.
Las principales causas por las que se matan a los tiburones son:
- Comercio de aletas de tiburón para sopa y medicina tradicional china (ojo, las aletas se compran en Asia pero la práctica del aleteo se produce en todo el mundo)
- Uso como “carne de pescado” en barritas de pescado, fish & chips, piensos para animales, etc.
- Pesca accidental o by-catch
- Usos cosméticos del aceite del hígado de tiburón (escualeno)
- Aniquilación para “proteger” a los bañistas y surfistas en zonas costeras de países como Australia. Estas estrategias de “control de tiburones” se basan en la eliminación indiscriminada de cualquier tiburón que se acerque lo suficiente a la costa. El problema es que en los cebos y redes no solo quedan atrapados “los tiburones malos”, sino también ballenas, tortugas, delfines y varias especies de tiburones totalmente inofensivas y, en muchos casos, en peligro de extinción.
¿Quieres saber más sobre este tema? No te pierdas el magnífico documental del director asutraliano Andre Borell Envoy: shark cull. Rotundamente no. El problema es que cuando piensas en ellos posiblemente te venga a la cabeza un tiburón del tamaño de un autobús con cientos de dientes enormes y afilados. En realidad existen algo más de 500 especies de escualos con formas, tamaños y dietas muy diversas, que van del plancton en el caso del tiburón ballena hasta las focas y otros mamíferos marinos, pasando por crustáceos, peces de todos los tamaños y hasta aves. Y no existe ninguna evidencia científica que indique que el ser humano esté en la dieta de ninguna especie de tiburón, ni siquiera de los más grandes como el tiburón blanco, el toro o el tigre. De hecho, la mayoría de ataques son lo que se conoce como “exploratory bites” en los que el tiburón muerde a la persona para saber si es comestible, normalmente por haberla confundido con animales que sí son parte de su dieta, como focas y leones marinos. Al ver que no tenemos un gusto interesante, el tiburón suele perder absolutamente el interés. Un poco injusta, pues, esa imagen de depredador despiadado que tenemos de los tiburones, ¿no crees? Sí, es posible nadar con tiburones, incluso con aquellas especies catalogadas como potencialmente peligrosas para el hombre. De hecho, se puede bucear sin problema con especies como el tiburón toro o el tigre sin necesidad de meterte en una jaula y te garantizo que la experiencia es única e inolvidable. Y para muestra un botón: en esta foto estoy grabando tranquilamente a un tiburón tigre en Maldivas. Eso sí, mi recomendación es que elijas un centro de buceo con buena reputación para garantizar que tengas una experiencia magnífica y 100% segura. Si quieres saber más, no te pierdas este artículo donde te cuento cuáles son los mejores lugares para nadar y bucear con tiburones. Puede que pienses “estupendo, si cada vez hay menos tiburones en el mar, menos posibilidades de encontrarme uno y ser su desayuno”. Sin embargo, ya te he hablado de la bajísima probabilidad de morir por un ataque de tiburón. La realidad es que la extinción de los tiburones supondría una catástrofe ecológica para los ecosistemas marinos y, por ende, para nosotros. Y es que los tiburones juegan un papel fundamental en los mares: Desafortunadamente, un gran número de especies de tiburones se encuentran en niveles críticos de conservación y corren el riesgo de extinguirse en las próximas décadas si no hacemos nada al respecto (sigue leyendo para saber cómo puedes poner tu granito de arena para evitarlo). Como dijo el gran Jacques Cousteau, “solo protegemos lo que amamos, y solo amamos lo que conocemos”. En mi humilde opinión, todos deberíamos nadar con tiburones al menos una vez en la vida. El primer motivo es que te darías cuenta de que, en realidad, es extremadamente difícil conseguir que se acerquen. Y es que no solo no muestran el menor interés hacia nosotros, más bien al contrario: suelen huir si te intentas acercar demasiado. Además, tener la suerte de estar en el agua con un animal tan majestuoso como es un tiburón, verlo nadar y tener el privilegio de pasar aunque sean unos minutos en su compañía dentro del mar disuelve el miedo y lo convierte de forma casi instantánea en fascinación y respeto por una criatura tan perfecta. Y, antes de terminar, me gustaría compartir algunas cosas que puedes hacer para cambiar la percepción que tiene mucha gente sobre estos animales increíbles y garantizar la salud de los océanos a través de la protección de los tiburones: Licenciada en Biología y Doctora en Biomedicina, llevo más de 10 años buceando por todo el mundo y probando equipación y accesorios de submarinismo. Hace unos años dejé mi profesión científica para dedicarme a tiempo completo a mi pasión por el buceo y a descubrir el mundo.
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