Ha llegado el mes de julio, sinónimo de calorcito, playa, vacaciones y, desde hace unos años, también de la campaña PlasticFreeJuly, ¿la conoces?
Esta iniciativa nació en Australia en el año 2011 con un objetivo claro: reducir el consumo de plástico de un solo uso. Sus fundadores no solo querían dejar de ser parte del problema, sino pasar a ser parte activa de la solución.
El primer año se apuntaron 40 personas.
Sin duda, fue un inicio modesto y posiblemente pensarás que el impacto global que tuvo fue más bien pequeño. Y tienes razón. Sin embargo su crecimiento ha sido exponencial: el año pasado ya fueron más de 120 millones de personas de 177 países las que se unieron.
Y tú, ¿te animas a colaborar para conseguir un mundo más limpio y con menos plástico?
Si la respuesta es afirmativa, me gustaría compartir contigo algunas ideas que puedes aplicar fácilmente en tu día a día. Por insignificantes que te parezcan, pueden tener una enorme repercusión a nivel global.
Este artículo va especialmente dirigido a aquellos/as que piensan que son los gobiernos y las grandes empresas las que tienen que cambiar las cosas. Es evidente que ellos tienen un gran poder en sus manos pero también es cierto que la unión hace la fuerza.
La suma de miles de pequeños gestos puede tener un impacto mucho mayor que un gran gesto aislado. No dejemos en manos de otros el futuro de todos.
¿Cómo puedes reducir tu consumo de plástico?
Hay muchísimas formas de hacerlo pero te dejo algunas de las ideas que para mí han sido más fáciles de ir incorporando progresivamente.
1. Evita productos cosméticos y de limpieza que contengan microplásticos
Los encontramos, por ejemplo, en pastas de dientes, exfoliantes y detergentes con microesferas. Esos puntitos, normalmente azules, son en realidad plásticos minúsculos que, a través de nuestros desagües, acaban llegando a las vías acuáticas.
Solo en Europa, cada año vertemos al mar 8.627 toneladas de microplásticos procedentes de productos cosméticos y detergentes. ¡El equivalente al peso de la Torre Eiffel!
Estos microplásticos son nocivos para la vida marina tanto a nivel mecánico, al ser ingeridos, como a nivel químico, pues suelen contener aditivos como retardantes y plastificantes que causan alteraciones hormonales y neurológicas.
Y lo siguiente que debemos pensar es… ¿quién se come después esos peces llenos de microplásticos? Adivina… ¡Incluso se han encontrado microplásticos en la sal marina que usamos para cocinar!
2. Sustituye las botellas de plástico
En vez de comprar una botella nueva cada vez que tienes sed, puedes utilizar una de cristal o metal, que podrás rellenar tantas veces como quieras. Además de la enorme reducción de plástico, llevarás el agua fresquita mucho más tiempo.
3. Procura no lanzar basura al cielo: celebraciones libres de globos
Si montas una fiesta de cumpleaños o celebración, intenta sustituir los globos por otras decoraciones que no sean de plástico de usar y tirar. Puedes usar, por ejemplo, guirnaldas de papel o tela, velas, flores, figuritas de origami,… ¡hay muchísimas opciones!
Este artículo sobre los globos proporciona datos muy interesantes al respecto.
También te dejo un video impactante de lo que sucedió cuando la ciudad americana de Cleveland quiso batir el récord mundial de globos en el aire, te aseguro que no te imaginas el giro que dio la historia y la reflexión final vale la pena.
4. ¿Tienes perro? Alternativas al uso de bolsas para recoger sus regalitos
En vez de usar las típicas bolsitas de plástico para recoger las cacas, ¿por qué no lo haces con papel de periódico? Es muy fácil de conseguir (no necesitas comprarlo) y, además, evitarás el desagradable efecto de notar la textura y el calor del regalito de tu animal (ya sabes de lo que hablo…)
5. Intenta comprar ropa de algodón u otros tejidos naturales
Los tejidos sintéticos como el poliéster y el elastano son derivados plásticos. Puede que pienses que esto no es plástico de un solo uso y tienes razón… en parte. Cada vez que lavamos estas prendas, desprenden microplásticos que acaban en los desagües y, finalmente, en ríos y mares.
De hecho, el 35% de los microplásticos que contaminan nuestras aguas provienen del lavado de estas prendas sintéticas. Así que, si realmente necesitas comprar esas mallas para el gimnasio, al menos intenta lavarlas solo cuando sea necesario. Reduciendo la cantidad de veces que pasan por la lavadora, reducimos la cantidad de microplásticos que acaban vertiéndose en nuestros mares.
6. Utiliza tus propias bolsas cuando vayas a comprar
Piensa ¿cuántas bolsas de plástico usas cada semana solo con la fruta y la verdura? Podrías reducirlas a 0 simplemente comprando unas bolsas de redecilla o algodón que podrás reusar casi infinitamente. Si no quieres comprar esas bolsas, al menos reutiliza varias veces las bolsas que cojas en la frutería o el súper.
7. Compra a granel
Pasta, arroz, cereales, legumbres, especies, … la lista de cosas que puedes encontrar es enorme. No solo es más sostenible, también es más cómodo para llevarte la cantidad que quieras (igual, si eres uno en casa no necesitas el paquete de 1 kg de azúcar) y, además, favoreces el comercio de barrio y la comida suele ser de mejor calidad.
8. Rechaza las pajitas
Pocas veces la pajita es realmente imprescindible y son uno de los principales problemas de contaminación por plástico, especialmente en los mares, debido la cantidad monstruosa de pajitas que se usan (13 millones al día solo en España), la facilidad que tienen para llegar a cursos de agua y porque NO son reciclables.
¿Quieres un dato curioso? España tiene el triste récord de ser el país europeo que más pajitas consume diariamente. Para saber más, puedes echar un vistazo a este interesante artículo.
Si no puedes vivir sin ellas, ¿por qué no pruebas con una reutilizable? Las hay para todos los gustos: de bambú, metal, cristal y mucho más.
9. Alternativas a la fruta y verdura de supermercado preenvasada
¿Qué sentido tiene comprar un pack con 2 berenjenas envueltas en plástico? ¿Es necesario que las manzanas vengan de 4 en 4 en una bandeja y recubiertas de plástico?
Mi opinión es que no tiene mucho sentido y, además, en muchos casos te obliga a comprar un número de piezas que tampoco es el que necesitas.
Las fruterías de barrio suelen ser una buena alternativa ya que la mayoría de productos están en cajas grandes, pudiendo coger la cantidad que quieras y evitando bastante cantidad de sobreenvasado. Al fin y al cabo, por mediocre que sea cualquier frutería que tengas cerca de casa, la calidad de la fruta raramente será más justilla que la del super.
10. Utiliza tu taza o termo para llevar el café
Existen incluso algunas tazas de silicona que se colapsan, ocupando poquísimo para poder llevarlas cómodamente contigo si compras café de camino al trabajo, por ejemplo.
11. Rechaza los plásticos de un solo uso
Como platos, vasos y cubiertos de plástico o envases de comida preparada. ¿De verdad era imprescindible esa cucharilla de plástico que te han puesto con el helado de cucurucho?
12. Usa cepillo de dientes de bambú
Los dentistas recomiendan cambiar de cepillo cada 3-4 meses por higiene. Eso supone entre 3 y 4 cepillos desechados al año o, lo que es lo mismo, unos 300 a lo largo de tu vida. En España, el número asciende a unos 161 millones de cepillos al año que, en el mejor de los casos, acabarán en un vertedero (los plásticos considerados de higiene personal NO son reciclables).
Pero la realidad es aún peor: muchos de esos cepillos terminan contaminando playas, ríos y mares. De hecho, el 1% de los residuos plásticos que encontramos en el mar son cepillos de dientes. Si quieres saber más sobre el tema, esta entrevista a Paula Huguet habla sobre el tema y la magnífica campaña que ella misma ha liderado.
13. Compra a granel los productos de limpieza
De esta forma, reduces el número de envases, ya que podrás reutilizar las mismas botellas muchas veces. Además, tendrás una casa más saludable y libre de productos químicos tóxicos.
O mejor aún, ¿por qué no hacer tus propios productos de limpieza? En este artículo encontrarás las instrucciones para hacer un montón de productos para limpiar y algunos consejos interesantes.
14. Intenta comprar envases más grandes
En vez de un pack de 4 yogures, ¿por qué no comprar uno de 0,5L? ¿Y qué tal una garrafa de 8L en vez de un pack de 6 botellas, evitando también el plástico que une las 6 botellas?
15. Utiliza tu asertividad: di lo que piensas
Si no te parece bien la cantidad de plástico que utilizan en un comercio o tienes alguna idea para reducirlo, díselo de forma amable a los dependientes/dueños.
Puede que cuando se lo diga la primera persona no hagan mucho caso pero el efecto aditivo tiene mucho más poder del que a veces pensamos.
16. Lleva la bolsa del pan cuando vayas a la panadería
Vamos, lo que se ha hecho toda la vida 🙂
17. Elige productos que no vengan sobreenvasados
Si ya viene en una caja de cartón, ¿para qué se necesita un plástico que la recubra (o viceversa)?
18. Reduce la cantidad de productos de cosmética e higiene que usas
Piensa si realmente necesitas tener gel de ducha, 3 champús distintos, acondicionar, mascarilla y un aceite milagroso para las puntas abiertas. Incluso puedes hacer tus propias pastillas de jabón, ¡es muy fácil! Pincha en este enlace si quieres algunas ideas.
19. Utiliza estropajos naturales
Los estropajos convencionales, además de ser de plástico y venir envasados en plástico, van desprendiendo microfibras que se cuelan por el desagüe. Estas fibras no quedan retenidas en los sistemas de filtración de aguas residuales y, por ende, acaban en el mar.
Para sustituirlos, puedes usar cepillos de madera o bien estropajos de luffa.
La luffa es el “esqueleto” de la fruta de una planta de la familia del calabacín, así que es una opción 100% natural y biodegradable. La encontrarás en tiendas de productos de limpieza y/o comida a granel e, incluso, puedes comprarla por internet.
20. ¿Qué agua bebes en casa?
Si el agua del grifo no es de suficiente calidad en tu ciudad (pero es potable), utiliza una jarra de filtrado en vez de comprar botellas de plástico. Otra opción totalmente libre de plástico es usar carbón activo, que puedes comprar en tiendas a granel o de productos naturales.
Si realmente necesitas agua embotellada, compra las garrafas más grandes en vez de botellas. Incluso, en algunos lugares existe la posibilidad de comprar garrafas de cristal que son retornables.
21. Usa tus envases cuando compres comida hecha
Si compras comida hecha en establecimientos donde no está preenvasada, como los pollos al ast, puedes llevar un envase de casa para que te la pongan en vez de los típicos envases de plástico o aluminio que te darán.
Este no es solo un consejo para reducir plástico, también lo es para tu salud. Algunos de los plásticos utilizados en estos recipientes de usar y tirar contienen sustancias tóxicas con capacidad de migrar a la comida, especialmente si está muy caliente cuando la ponen en el envase o la calientas en el microondas.
22. ¡Ojo con los falsos biodegradables!
En los últimos años se han introducido distintas alternativas al plástico convencional. Entre ellas están los plásticos oxodegradables que se disfrazan de ecológicos y se han adueñado del concepto de ser biodegradables gracias al márketing. Sin embargo, estos plásticos lo que hacen es descomponerse mediante un proceso de oxidación en millones de plásticos minúsculos (microplásticos).
Por lo tanto, dejaremos de verlos, pero esos plásticos siguen ahí, contaminando igual que los plásticos convencionales y, además, con mayor facilidad para entrar en las cadenas tróficas por su tamaño minúsculo.
23. Rechaza los envases monodosis
Cuando vayas de vacaciones, en vez de gastar los envases monodosis de champú y jabón que hay en los hoteles, lleva tus propios productos.
Si no quieres llevar el bote entero, tienes la opción de comprar recipientes de viaje de 50-75 ml de plástico (sí, es plástico, pero los vas a poder usar y reusar muuuuchas veces).
24. Evita los establecimientos poco sostenibles
Entras en una cafetería a tomar algo, pides un cappuccino y un muffin y te sientas en una de sus mesas. Cuando te lo sirven, el café viene en un recipiente de plástico, con pajita y un palito (por supuesto de plástico) y la pasta en un plato también desechable. Ahora piensa: si te lo vas a comer allí ¿realmente es necesaria toda esa cantidad de plástico que acabará en la basura en menos de 10 minutos?
Es posible que el establecimiento de al lado sirva el café en una taza de las de toda la vida, con su cucharita metálica y un plato de porcelana para tu muffin. Valóralo para la próxima vez ?
25. Participa en limpiezas de playa
Si vives en la costa o vas de vacaciones a una zona de playa, ¿por qué no apuntarte a una limpieza marina? Cada vez hay más iniciativas y con internet y las redes sociales es facilísimo enterarse de dónde y cuándo las hacen.
Si no encuentras ninguna, también puedes hacerlo por tu cuenta. No hace falta recorrer 5 km de playa con una bolsa de tamaño industrial. Solo con recoger alguna cosa que veas alrededor del lugar donde pongas la toalla o en la orilla, estarás haciendo un gran gesto e inspirando a otras personas a hacer lo mismo.
26. Utiliza un Boc’n’Roll para envolver tus bocadillos
Ahorrarás metros y metros de film de plástico o papel de aluminio.
27. ¿Has probado la copa menstrual?
Si eres chica, esta es una opción estupenda para reducir el gasto en productos de higiene íntima. No solo ahorrarás en plástico y dinero, tu salud íntima te lo agradecerá evitándole un montón de sustancias químicas que tienen las compresas y tampones y que ponemos cada mes en contacto con nuestra piel y mucosas.
Si no te convence la copa menstrual, también tienes otras opciones como las compresas de tela.
28. Comparte tus ideas
Comenta con tus amigos, familiares y compañeros de trabajo tus trucos y consejos para reducir el uso de plástico y residuos. Muchas veces, hacemos cosas sin ser conscientes de su repercusión. La información es poder ?
29. Apoya iniciativas sostenibles
Puedes colaborar con asociaciones que limpian el mar y las playas de plástico, las que hacen trabajo de concienciación y educación, etc. Un gran ejemplo es 4Ocean, que hace años que se dedica a hacer limpiezas masivas del mar en distintos puntos del mundo. Es fácil colaborar: venden unas pulseras monísimas. Por cada pulsera que compres, ellos pueden limpiar 1/2 kilo de plástico del mar.
30. Lleva tus tuppers a la compra
Te servirán para meter los productos que adquieras en la carnicería y la pescadería.
Cada vez hay más gente que lo hace, así que los dependientes empiezan a estar bastante acostumbrados. De hecho, hay tiendas como Ametller que ya anuncian que puedas llevar tus envases de casa para comprar en sus carnicerías.
31. Infórmate
Espero que alguno de los consejos que te he contado te haya parecido interesante pero hay mucho más por descubrir. Ahí afuera hay un montón de gente con ideas fantásticas con las que inspirarte y aprender 1.000 y una maneras de reducir el uso de plástico y generar menos residuos. Algunas sugerencias:
Webs
Libros
- Vivir sin plástico, de Patricia Reina y Fernando Gómez
- Residuo cero en casa: guía doméstica para simplificar nuestra vida, de Bea Johnson
Talleres
Dependerá de la oferta en la ciudad donde vivas. En el caso de Barcelona, ZeroWasteBcn hace un montón de talleres, monográficos y cursos relacionados con la reducción de residuos muy interesantes y útiles.
AppsComo Go Zero Waste App. Basada en un mapa que te dice las tiendas Zero Waste cerca de ti de cualquier cosa que necesites comprar.
¿Tienes otras formas de reducir el consumo de plástico? Me encantaría que las compartas en los comentarios para que tod@s podamos aplicarlas. ¡Muchas gracias!
Licenciada en Biología y Doctora en Biomedicina, llevo más de 10 años buceando por todo el mundo y probando equipación y accesorios de submarinismo. Hace unos años dejé mi profesión científica para dedicarme a tiempo completo a mi pasión por el buceo y a descubrir el mundo.
Deja una respuesta